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FOTOGRAFIA FORENSE

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA FORENSE


En 1835 con la intervención de Daguerre y Niepce se empezó a retratar con fines identificativos a los delincuentes. Años después, al inventar Madox la placa fotográfica seca, se establecen las bases de la actual fotografía.

Otro hecho fundamental en la Historia sobre la Fotografía Forense, lo constituye el joven Alphonse Bertillón quien en 1868 aplica la fotografía para situar y fijar mediante la imagen el lugar del crimen. Posteriormente en 1884 se establecen las reglas que se deben de seguir al fotografiar a los delincuentes con fines identificativos. Por tanto, al establecer determinadas normas, convierte el arte fotográfico en una técnica con fines judiciales.


En la segunda mitad del siglo XIX, Allan Pinkerton usó por vez primera en 1866 una fotografía para reconocer a los delincuentes, haciendo mucho más específica y definitiva que la simple inspección ocular de los testigos, en los que muchas veces por falla en la observación cuando se excluían detalles importantes para condenar a un sospechoso.


A partir de ese momento los investigadores, agencias policiales, abogados, jueces y detectives privados, empezaron a basar muchos juicios y conclusiones en la simple observación de una fotografía. Con el avance de las técnicas en el siglo XX, la fotografía forense no solamente se limita a lo eminentemente judicial; sus técnicas son aplicadas a otros campos como la fotografía militar para analizar fotografías en territorio enemigo; la microbiología, donde están estrechamente ligada con la observación de insectos, como moscas y larvas que se producen por la descomposición de los cuerpos en observación.


Las modernas cámaras fotográficas y la microfotografía, han sido fundamentales en este sentido. Un detalle de un elemento probatorio puede ser hoy crucial para y resolver un crimen, aun cuando haya pasado varios años, pues una fotografía es invariable y nunca miente.

Esta disciplina sería llamada posteriormente fotografía forense. El objetivo, es poder utilizar todas las técnicas de aplicación de la fotografía convencional y digital forense, la cual debe proyectar claridad y exactitud del lugar o lugares de los hechos o hallazgos de cosas o personas que pudieran ser elementos para la investigación del crimen.


La palabra fotografía, proviene del griego que quiere decir: fotos luz, grafos escritura, o escribir con luz. Por lo tanto, fotografía es el arte de fijar en una placa o película las imágenes obtenidas con ayuda de una cámara fotográfica.


FOTOGRAFÍA FORENSE


Es un medio científico, documentativo y explicativo de todo elemento relevante a la una investigación de hechos delictivos, que tienen por objeto la fiel documentación de las evidencias materiales, describe las personas, elementos y lugares tal como son encontrados.


En el caso de las fotografías forenses por la relevancia que pueden ostentar en cualquier juicio es que se demanda de parte de las mismas que no exista el retoque en los negativos o copias que se utilizarán como evidencia oportunamente, solamente se encuentra permitido un control de las sombras.

Las fotografías por el importante grado de fidelidad en cuanto a registro que tienen resultan ser uno de los auxiliares más preciados en diferentes ámbitos, en el ámbito de la investigación criminalística la fotografía suele ser fundamental y un gran apoyo a la hora de obtener la máxima información sobre un hecho y además lo posibilita al mismo en el menor tiempo posible.




FOTÓGRAFO FORENSE


Debe ser un especialista en la materia, su tarea es observar, enfocar y captar con su cámara cualquier indicio por mínimo o insignificante que parezca. En consecuencia, el perito fotógrafo realizara todas las toma que permitan ilustrar en forma gráfica el contenido de un dictamen. Su intervención está determinada por la amplitud y profundidad del dictamen de la especialidad que corresponda.




OBJETIVO DE LA FOTOGRAFÍA FORENSE

El objetivo general de la fotografía forense es el de reproducir la totalidad de los elementos cromáticos en el examen del lugar de los hechos, la identificación de los objetos, la fijación del sitio donde se localizó la evidencia, así como las características del mismo, reuniendo exactitud y nitidez.


Es una valiosa técnica de extensa aplicación Criminalística. Debe cumplir con dos condiciones principales: exactitud y nitidez. Con el fin de obtener los dos requisitos es necesario utilizar un material adecuado, tanto en lo que se refiere a la totalidad del aparato fotográfico en sí, como al material fílmico, ya sea en negativos y positivos.




FOTOGRAFÍA EN LA ESCENA DEL CRIMEN


El registro fotográfico debe ser organizado y representado por la progresión general o específica.


La evidencia fotográfica debe ser tratada en la misma forma no destructiva de preservación y protección, como cualquier otra forma de evidencia. Los peritos fotográficos deben intervenir en la escena antes de que ésta sea procesada, para plasmar de manera gráfica la situación original del lugar y toda la evidencia relacionada con el hecho. El fotógrafo debe tener el conocimiento básico que le permita elegir, mantener y operar el equipo.


El perito debe elaborar un registro detallado de las técnicas, condiciones y características bajo las que fue elaborado el informe fotográfico, para aclarar dudas o demostrar la veracidad de que la fijación fue apegada a los hechos que se investigan.




FOTOGRAFÍA FORENSE COMO DOCUMENTO


Las funciones de la fotografía en la investigación criminal pueden ser tanto en específicamente las del lugar del suceso, como la fotografía de los análisis y exámenes en el laboratorio sobre los indicios encontrados. Los ámbitos de aplicación de la fotografía dentro de la investigación son muy amplios, ya sean de homicidios, suicidios, delitos sexuales, accidentes de tránsito, robos, etc. Pero todos tienen por objeto el plasmar un hecho o elemento como una representación de la realidad de ese momento.


El objetivo de la fotografía forense y en especial, su aplicación dentro de la escena del crimen, consiste en poder utilizar todas las técnicas de la fotografía convencional a la fijación de lugares en donde se cometió un hecho delictivo. Dicha fotografía debe basarse en la claridad y exactitud del lugar, hallazgos de cosas o personas que pudieran ser elementos para la investigación criminal.


La fotografía forense tiene como finalidad mostrar gráficamente tanto los elementos ocupados íntegramente, así como diferentes procesos que demuestran el trabajo pericial, por ejemplo, la coincidencia de dos huellas, una formación celular, un espectro, etc. Además esta especialidad realiza con sus propios medios; determinadas investigaciones aplicadas a las huellas y evidencias como pueden ser, la revelación de huellas en estado latente, la detección de falsificaciones de documentos, etc.


La fotografía forense como documento puede ser de diversos tipos:

  1. Filiativa: cuando se refiere a la identificación personal. Por ejemplo: cara, frente y perfil en individuos fichados.

  2. Geométrica o estereofotogrametría: Análisis de las fotografías recogidas en la escena del crimen para la reconstrucción del escenario del delito

  3. Documental: Para fijar el estado de cómo se encuentra el lugar o cómo ha recibido el objeto o prueba y para la presentación del expediente judicial.

  4. Comparativa: Para demostrar la identidad o comunidad de origen.

La fotografía como documento o documento fotográfico presenta un valor como evidencia. El documento fotográfico proporciona información, ya que actúa como un canal, que permite al espectador observar la escena sin mediación. Ofrece un registro de acontecimientos para el futuro, crea algo con valor histórico, la fotografía puede aportar una evidencia visual de alguna cosa o acontecimiento que ha ocurrido.


FOTOGRAFÍA FORENSE COMO MEDIO PROBATORIO


La fotografía en los procedimientos penales proporciona un registro gráfico que de otro modo sería difícil de apreciar y valorar por los jueces, como las escenas de hechos violentos, hechos de tránsito, y demás escenarios.


La fotografía brinda la imagen de cómo fueron encontradas el lugar y sus elementos en su estado original. Facilitando la representación gráfica dentro de un proceso, sin necesidad de un reconocimiento personal en el lugar de los hechos, que en muchos casos no puede ser resguardado de forma permanente o son susceptibles de desaparecer.


La fotografía de la escena del crimen, tiene carácter descriptivo, presenta resultados de alguna prueba (por ejemplo: similitud entre huellas de calzado, de marcas de neumáticos) .

La presentación de la fotografía como medio probatorio debe considerar ciertos elementos para ser tomada como tal por el órgano jurisdiccional. En ningún caso el lugar a fotografiar debe ser alterado.


El fotógrafo debe limitarse, a registrar en la fotografía lo que esté delante de la cámara, y explicar, si es necesario, cualquier discrepancia que pueda haber entre lo que presenta la fotografía y lo que describen los testigos. Indica el autor que “se exceptúan las fotografías obtenidas en condiciones de laboratorio de asuntos normalmente invisibles para el ojo humano; por ejemplo: fotografías con luminol.


Los elementos a fotografiar deben estar acompañados del testigo métrico, así como los datos de identificación de la causa.




Recolección de Evidencia


La fotografía forense en la escena del crimen es en parte una recolección de evidencia.

La evidencia se encuentra en formato de imagen pero es permanente.


Representaciones precisas


De acuerdo a Dick Warrington en Forensic Magazine, el objetivo de la fotografía forense es capturar un "registro preciso de la escena y la evidencia recolectada". Usando cámaras específicas, lentes, iluminación y tomando fotografías desde diferentes ángulos, las fotografías de la escena del crimen deben capturar salpicaduras de sangre, el uso potencial de armas, posibles puntos de entrada y salida del crimen, huellas de zapatos o moretones en un cuerpo.




El tamaño de las impresiones fotográficas depende de consideraciones de perspectiva, siempre permitiendo la distancia normal de visión.


Los títulos de las fotografías deben ser únicamente una descripción de los hechos fijados, no deben darse conclusiones sobre lo ocurrido. En un caso de hecho de tránsito puede titular una fotografía en la forma siguiente: “Vista de la Calzada San Juan, Zona 7 de la ciudad de Guatemala, tomada desde el punto A (norte), en dirección B (oriente). Sin que se puedan emitir juicios de valoración.

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