Accidentología Vial
Historia de Accidentología Vial
El vocablo fue utilizado en el año 1940 por la Cámara de Senadores de los Estados Unidos y en 1947 en un seminario realizado en Holanda por médicos y juristas de diecisiete delegaciones europeas y americanas.
En Argentina se empleó el término por primera vez por el Ingeniero Alfredo Francisco Bottaro López, quien logró además su introducción como materia en el Curso de Perfeccionamiento Sobre Tránsito organizado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires en 1967.
En 1976 se creó el Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la Universidad Nacional del Nordeste dando nacimiento a la carrera de Accidentólogo Público Nacional y en el año 1977 la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires incorpora la materia “Accidentología vial” a la carrera de Licenciatura en Criminalística.
En la misma época, se encontraban en etapa de instrumentación las carreras de Perito en Accidentología vial en la Universidad Católica de Salta (sede Buenos Aires) y en la Universidad de la Policía Federal Argentina, mientras que la Policía de la Provincia de Buenos Aires dictaba los cursos correspondientes al título de Técnico Superior en Accidentología Vial. Más adelante la Agencia Nacional de Seguridad Vial Ley 26.363 crea la Tecnicatura Superior en Seguridad Vial dictada en la Universidad Tecnológica Nacional.
Durante el siglo XIX un agente de tránsito impuso la primera multa de tráfico de la que se tiene constancia. La infracción fue por exceso de velocidad, al alcanzar un automóvil 8 millas por hora (unos 13 km/h) cuando la limitación era a 2 mph.
Walter Arnold era el propietario de un Karl Benz, uno de los primeros vehículos a motor del mundo; contaba con un propulsor de cuatro tiempos y un solo cilindro, pero ya era una de las novedades del momento.
El 28 de enero de 1896 Arnold transitaba con su auto Karl Benz por su localidad, East Peckham, en el Condado de Kent, en el Reino Unido, cuando un policía se apercibió que superaba la velocidad permitida. El agente persiguió el vehículo con su bicicleta y sin problemas superó y paró a Arnold, que tuvo que pagar un chelín por la infracción. Un chelín que hoy en día tendría una equivalencia de unas 60 libras o 73 €.
Primera muerte por accidente de tráfico de la historia
En el año 1896 también se contabilizó el primer muerto por accidente de tráfico por automóvil con motor de explosión.
El día 17 de agosto, Bridget Briscol se encontraba junto al Crystal Palace, en Londres, cuando un vehículo que aunque declaró que circulaba a 4 millas por hora todo parece indicar que superaba esa velocidad, la arrolló cuando paseaba con su hija May.
La víctima murió como consecuencia del accidente a la edad de 45 años e inició la enorme lista de fallecidos por accidente de tráfico que hoy se incrementa alrededor de todo el mundo.
Avances en Guatemala
El Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil de Guatemala comunicó la creación del Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito (ONSET) a través del Acuerdo Ministerial 720-2014 del 29 de octubre de 2014.
El objetivo del ONSET está dirigido al establecimiento de una estrategia nacional de inteligencia vial y responde a la decisión del gobierno guatemalteco de orientar sus esfuerzos administrativos y operativos a contener y disminuir la siniestralidad vial y sus consecuencias.
El ONSET trabaja en conjunto con el OISEVI (Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial) y el Departamento de Tránsito, en materia de datos e información estadística de hechos de tránsito.
FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL TRANSITO
¿QUÉ ES UN HECHO DE TRANSITO?
Es una cadena de errores vinculados a 3 factores
Humano
Vehicular
Ambiental
FACTOR HUMANO
Es la persona humana participando activa o pasivamente en el transito en carácter de:
Peatón
Pasajero
Conductor
El hombre conductor, inmerso en un mundo que hoy se caracteriza por la celeridad, la angustia y el stress, no es ajeno a la influencia que estos factores producen sobre la acción de conducir, principalmente a la incidencia que ellos poseen sobre el estado psicofísico del individuo, particularmente en lo relativo a los tiempos de reacción. El tiempo psicofísico de reacción es el lapso de tiempo comprendido entre la visualización de la situación de riesgo y la iniciación de la acción preventiva, representada generalmente por la realización de las maniobras de evasión y/o frenado.
Agentes exógenos contribuyen a aumentar considerablemente ese tiempo de reacción, por atenuación de los reflejos motivados por factores tales como la depresión de los centros de inhibición, como las causadas por el alcohol, o la distorsión de la relación espacio-tiempo, causada por alucinógenos o estupefacientes.
Causas imputables al conductor.
Imprudencia y/o negligencia.
Exceso de velocidad
Temeridad en la conducción (“Temibilidad sistemática”).
Fatiga, sueño.
Consumo de alcohol o drogas
La personalidad
Falta de experiencia
Exposición innecesaria a riesgos
Adelantar en lugares prohibidos
Causas imputables a la víctima.
Sorpresa por distracción.
Menor de edad o edades avanzadas.
Deficiencia de visión o audición.
No usar pasarelas
Falta de conocimiento de las normas de tránsito.
Ebriedad
FACTOR VEHICULAR
Factor de primordial importancia en la producción de siniestros, la mayoría son derivados de este factor, entre los que cabe mencionar el estado de uso, conservación y operabilidad de los sistemas de frenos, dirección, suspensión, eléctrico, neumáticos, de seguridad, etc.
Así la potencialidad de frenos se ve considerablemente disminuida ante el desgaste de cintas, pastillas, discos y campanas, o por anomalías presentadas en los circuitos de transmisión hidráulica, servos o sistemas de ayuda pedal. Con relación a los neumáticos, debe tenerse particularmente en cuenta la presión de inflado de los mismos, en razón de que las presiones inadecuadas, ya sea por defecto o exceso, implican variación de la superficie de contacto entre la cubierta y la calzada.
Vehículo: Cualquier medio de transporte que circula en la vía pública.
Vehículo Automotor: Vehículo provisto de motor de combustión interna para su propulsión.
Causas imputables al vehículo.
Ruptura de la barra de dirección o desprendimiento del volante.
Falla del frenado.
Desprendimiento de una rueda, aro.
Reventón de un neumático.
Desprendimiento de la palanca de cambios, ruptura de los discos de embrague.
Falta de funcionamiento de los limpiaparabrisas.
Deformación de los parachoques.
Ausencia de espejos retrovisores.
Mal funcionamiento de las luces, especialmente de las de giro o de stop.
Uso indebido de las luces altas provocando encandilamiento.
Fallas en la combustión con desprendimientos de gases tóxicos en el interior del hábitat del vehículo.
Incendios por pérdidas o explosión del tanque de combustible.
Estacionamiento inadecuado del vehículo.
FACTOR AMBIENTAL
Este factor se encuentra constituido por los elementos que, independientes entre sí, se ven íntimamente relacionados en materia vial: Las condiciones meteorológicas y el camino
Las condiciones meteorológicas: La lluvia, nieve, hielo, niebla, humo y luminosidad son algunos de los principales constituyentes de las condiciones meteorológicas reinantes que pueden influir en la producción del siniestro, afectando por un lado la visibilidad, la que puede verse atenuada, disminuida e incluso anulada impidiendo percibir con suficiente tiempo y espacio la situación de riesgo, imposibilitando consecuentemente la realización de maniobras de evasión o frenado, mientras que por otro va a modificar el coeficiente de adherencia o rozamiento entre el neumático y la calzada, aumentando notoriamente las distancias de frenado.
El camino: El tipo de calzada, banquetas, la existencia de peralte, puentes, alcantarillas, canteros, plazoletas, radio de curvas, pendientes de la vía de circulación, su estado de conservación y mantenimiento influirán también en la circulación de los vehículos y en los siniestros que se puedan producir.
Causas imputables a la ruta.
[endif]Ruta resbaladiza por llovizna, escarcha o manchas de aceite.
[endif]Sorpresivos e ignorados cambios de dirección.
[endif]Pasos a nivel sin barreras o señalación.
[endif]Cambios de los señalamientos o cambio de los mismos.
Cambios de mano no anunciados.
Cruces múltiples de rutas.
Causas imputables a condiciones meteorológicas.
Noche muy oscura.
Crepúsculo.
Lluvia intensa.
Luz solar muy intensa.
Frío o calor intenso.
Neblina.
Granizo intenso.
[endif]Nieve.
CONDUCCIÓN BAJO EFECTOS DE ALCOHOL
El alcohol afecta a los conductores de manera directa a sus capacidades ante el volante.
Las consecuencias pueden reflejarse en tres importantes aspectos: nivel psicomotor, psicológico y físico.
A nivel psicomotor, la capacidad del conductor se ve afectada aumentando el tiempo de decisión y de reacción. A su vez, el alcohol afecta la capacidad para juzgar la distancia, velocidad o precisión para seguir la trayectoria.
Psicológicamente, el conducir ebrio también trae grandes consecuencias. El alcohol aumenta la agresividad y la euforia y al conducir se reduce la concentración. Además, produce apatía y somnolencia en los conductores, reduciendo la percepción del riesgo.
A nivel físico, la vista del conductor sufrirá una reducción de su capacidad para seguir objetos, perdiendo campo de visión y vista periférica así como dificultad para fijar la mirada.
Esta última provoca dificultades para el reconocimiento de señales, peatones y otros vehículos.
La acción del alcohol que interesa desde el punto de vista de la Seguridad Vial, es la referente al sistema Nervioso, pues de ella dependen las modificaciones en las aptitudes y comportamientos del conductor.
Aunque pueda sorprender a quienes no conocen el tema, el alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central, en el que actúa como un anestésico, similar en sus funciones a los anestésicos generales utilizados en medicina y actúa a todos los niveles del Sistema Nervioso, comenzando en el cerebro y continuando por porciones más inferiores según aumenta la cantidad de alcohol en sangre. El alcohol que llega al cerebro actúa sobre éste y desorganiza y desestabiliza su funcionamiento.
La aparente estimulación ejercida por el alcohol es una depresión de los mecanismos de control inhibitorios del cerebro.
En general, los efectos del alcohol sobre el sistema nervioso central son proporcionales a su concentración en sangre, si bien son más notables cuando la alcoholemia se eleva que cuando decrece.
Los efectos más importantes del alcohol, según su nivel en sangre, son:
[endif]Niveles de alcoholemia de hasta 0,8 gramos por litro:
[endif]Se alterarán los movimientos de los ojos, dificultándose el seguimiento de los objetos en movimiento del entorno.
[endif]Generalmente el sujeto se muestra más desinhibido, más afable, eufórico y optimista y con una menor capacidad de juicio.
[endif]Se alarga el tiempo de reacción; tiempos de reacción más lentos.
[endif]En estudios en circuito cerrado, se observan variaciones en el control de la dirección, en el uso del freno y en el seguimiento de la trayectoria correcta respecto a los sujetos con niveles negativos de alcoholemia.
Niveles de alcoholemia por encima de 0,8 gramos por litro:
Se acentúan y manifiestan las modificaciones en la visión, alterándose también el campo de visión, la acomodación al mirar objetos a distintas distancias y la capacidad de mantener fija la mirada en un punto durante breve tiempo.
Se altera el comportamiento: pueden aparecer modificaciones en la apatía, la falta de atención y la somnolencia.
La respuesta ante situaciones imprevistas se hace deficiente, aumentando considerablemente el tiempo de reacción y disminuyendo en general los reflejos.
Con niveles superiores a 2 gramos por litro, se hace muy difícil la conducción, aunque el individuo puede no reconocer aún abiertamente su ineptitud para manejar un vehículo.
Por encima de 4 gramos por litro, disminuyen progresivamente las funciones vitales hasta provocar la muerte.
En definitiva, el alcohol es incompatible con una conducción segura, fundamentalmente porque:
[if !supportLists]· [endif]Crea un falso estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo.
[if !supportLists]· [endif]Disminuye los reflejos, aumentando el tiempo de reacción.
[if !supportLists]· [endif]Disminuye la visión y la percepción, reduciendo el campo visual.
[if !supportLists]· [endif]Disminuye la capacidad de movimientos.
[if !supportLists]· [endif]Modifica las capacidades mentales de:
[if !supportLists]· [endif]Juicio.
[if !supportLists]· [endif]Razonamiento.
[if !supportLists]· [endif]Atención y concentración.
[if !supportLists]· [endif]Estado de ánimo.
[if !supportLists]· [endif]Produce sueño y fatiga.
[if !supportLists]· [endif]Aumenta la despreocupación, la temeridad y la agresividad.
[if !supportLists]· [endif]Falsea la correcta apreciación de distancias y velocidades.
[if !supportLists]· [endif]Modifica la apreciación o valoración del riesgo y aumenta el riesgo de que se produzcan accidentes.
El estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo, lleva al conductor a sobrevalorar sus propias capacidades, a un exceso de confianza en sí mismo y a despreciar el peligro.
El aumento del tiempo de reacción se refleja en que, si el conductor está bajo los efectos del alcohol, ese tiempo normal de reacción se alarga y, por consiguiente, aumenta la distancia recorrida desde que el conductor percibe la señal o el peligro hasta que actúa sobre los mandos del vehículo, ya que la transmisión de las órdenes del cerebro a pies y manos se hace más lenta, se frena más tarde.
La reducción en la visión normal se manifiesta en que:
Se deterioran los movimientos habituales de los ojos, que permiten el normal reconocimiento de los objetos del entorno.
Provoca la aparición de otros movimientos oculares, no habituales, que pueden entorpecer la visión.
Se reduce la visión periférica (el campo visual), sobre todo cuando se requiere dividir la atención entre dos estímulos visuales que precisen ser analizados simultáneamente, lo que constituye una situación constante a lo largo de la conducción de vehículos.
La apreciación de distancias y velocidades resulta falseada porque, como se ha dicho, el alcohol afecta al sentido de la vista y es fundamentalmente a través de los ojos por donde se perciben las distancias y la velocidad.
La modificación en la apreciación o valoración del riesgo se manifiesta en que el conductor pierde la autocrítica, aumenta la osadía y sobrevalora sus propias capacidades, lo que le lleva a despreciar los riesgos y peligros.
DISTRACTORES
Es importante que el piloto de un auto mantenga toda la atención al conducir para poder reaccionar ante un imprevisto, ya que en él radica la responsabilidad de evitar alguna colisión.
A continuación dejamos los distractores más peligrosos que causan accidentes durante la conducción y que se deben evitar.
1. Comer y beber: esto puede causar un contratiempo o un accidente al manejar el auto. Los conductores se enfrentan un riesgo en el que se pierde la atención al manejar y si se genera un imprevisto, pierden el control total del auto.
2. Ponerse maquillaje, peinarse o rasurarse: en muchas ocasiones se ve a mujeres maquillándose mientras conducen con la justificación de que no tienen tiempo para hacerlo en otro lugar, y aunque parezca increíble algunos hombres se rasuran en el auto. Hacer alguna de esas actividades genera un gran riesgo porque la función del retrovisor central deja de ser útil y se pierde la atención.
3. Atender a la mascota: son varias las razones por las que se necesita llevar a la mascota en el auto, pero es necesario tomar en cuenta que debe ir asegurada y protegida de una forma adecuada. Para algunas mascotas de ciertos tamaños existen unas maletas llamadas carriers en las que se pueden transportar sin problemas. Para mascotas grandes se puede dividir al área del portaequipaje o de los asientos posteriores con una barrera de protección. Es conveniente asegurar el dispositivo adecuado para la mascota al cinturón de seguridad y que el animal vaya cómodo y pueda disfrutar el viaje en el auto.
4. Cuidar a los niños: según la Fundación AAA por la Seguridad en el Tránsito en Estados Unidos, los pasajeros son catalogados por los conductores como las causas más frecuentes de distracción. Los niños distraen 4 veces más que los adultos, mientras que los bebes mucho más, según la institución.
Por el bien de los pasajeros, si los pequeños están gritando o haciendo algo que pueda distraer es conveniente estacionarse para brindarles la atención que puedan necesitar.
5. Manejar soñoliento: de acuerdo con la Fundación AAA por la Seguridad en el Tránsito, el 41% de los conductores han declarado que se han dormido mientras conducen. La NHTSA en Estados Unidos estima que la conducción soñolienta causa 100 mil accidentes al año en ese país.
No es muy conveniente estacionarse y tomar una siesta, de ser necesario es mejor pagar un hotel para descansar y luego volver a tomar el camino.
6. Manipular sistemas electrónicos y de entretenimiento a bordo: los reproductores de fábrica están ubicados para reproducirse exclusivamente para los pasajeros e plazas traseras, para que no sean vistos por el conductor.
Los gadgets tecnológicos pueden ser dispositivos digitales muy peligrosos, en las manos equivocadas. Lo mejor es orillarse para atender el aparato, no hay nada malo con tener a bordo del auto un sistema de infoentretenimiento, pero lo importante es que los conductores sepan cuándo utilizarlos.
7. Observar distracciones: la publicidad en las calles ahora es animada y prácticamente invita a ser vista. Las personas suelen notar los objetos extraordinarios y a una velocidad de 88 km/h puede ser algo muy peligroso.
8. Escribir mensajes de texto: la NHTSA en Estados Unidos indica que al escribir mensajes de texto se incrementa 23 veces la posibilidad de causar un accidente en el tránsito. El 77% de los adultos jóvenes señalan que pueden manejar con seguridad mientras escriben mensajes de texto, aunque es bien sabido que esta práctica puede causar grandes problemas.
9. Soñar despierto: El momento de la conducción puede ser una oportunidad para organizar las ideas y los pensamientos, despejar la mente, pensar en los problemas o disfrutar de un momento de soledad. Pero es importante mantener la atención al volante para evitar accidentes principalmente y algunos obstáculos que puedan aparecer en el camino.
10. Hablar por teléfono: manejar usando el teléfono celular, aunque sea con manos libres, obstaculiza la reacción del conductor al mismo nivel que poseer un nivel de alcohol en la sangre de 0.8. Varios estudios sugieren que el hablar por teléfono celular cuadruplica el riesgo de una persona en ocasionar un accidente.
Aunque muchas personas admitan que pueden ser multitareas mientras conducen el auto, es muy peligroso ya que la atención se divide y se disminuye el tiempo de reacción. Lo más importante al conducir un auto es concentrarse en el manejo y estar alerta por las distracciones de otros conductores.
CLASIFICACIÓN DE VEHICULOS
Clasificación de los Vehículos en Guatemala
Según:
Acuerdo Gubernativo Número 111-95
Artículo 3. La clasificación de los tipos y series de vehículos a que se refieren los artículos 3 y 10 de la Ley, comprende los identificados así: 1) Serie particular, la letra “P”; 2) Alquiler, la letra “A”; 3) Para comerciales, transporte extraurbano de personas o carga y escolar, la letra “C”; 4) Transporte urbano, la letra “U”; 5) Para uso agrícola, industrial o de construcción, las letras “TRC”; 6) Motocicletas, la letra “M”; 7) De los remolques y semirremolques, las letras “TC”; 8) Vehículos oficiales, la letra “O”; 9) Vehículos de los Cuerpos o Misiones Diplomáticas, las letras “CD”; 10) Vehículos del Cuerpo Consular, las letras “CC”; 11) Vehículos de organismos, misiones o funcionarios internacionales, las letras “MI”; 12) Vehículos oficiales al servicio de funcionarios de nivel superior de los Organismos del Estado, con el escudo de Armas de la República de Guatemala.
El Ministerio de Finanzas Públicas podrá establecer nuevos diseños de placas de circulación, con base en nomenclatura alfa-numérica, emblemas y colores.
Según:
Reglamento de Tránsito
Título II
Vehículo
Capítulo I
Clasificación de los Vehículos
Artículo 8. Clasificación por su Uso: Los Vehículos se clasifican por su uso en:
a) Particulares.
b) Mercantiles y comerciales.
c) Oficiales.
d) Cuerpo Diplomático, Organismos, Misiones y Funcionarios Internacionales.
e) De emergencia; y,
f) De aprendizaje
Artículo 9. Clasificación por su peso: Los vehículos se clasifican por su peso en :
Ligeros, de hasta 3.5 toneladas métricas de peso bruto máximo:
• Bicicletas.
• Motobicicletas
• Motocicletas
• Automóviles
• Páneles
• Pick-ups.
• Microbuses; y,
• Automóviles, páneles y pick-ups con remolque.
pesados, con más de 3.5 toneladas métricas de peso bruto máximo:
• Autobuses camiones.
• Remolcadores o cabezales; y,
• Camiones con remolque.
c) Especiales, con pesos y dimensiones de autorización especial:
• Vehículos agrícolas; y,
• Vehículos especiales movibles con o sin grúa.